Miño del atardecer
con dos hileras de pinos,
¡ay qué dulcísimo río !
Hondo entre piedras guardado
con un silencioso sino
deslizándose al encuentro
de otro río delgasísimo,
¡ ay qué dulcísimo río !
Que salta como una corza
que se entrega a su destino,
¡ ay qué dulcísimo río !
Carmen Conde
Publié
par
M. I. SCRIVAT
Le mercredi 17 octobre
2007
Réagissez à cet article !
|